El dispositivo de criolipolisis aplica frío extremo a las células grasas que se encuentra en la piel mediante la succión. Esto provoca la muerte de las células grasas, que posteriormente son eliminadas por el cuerpo de forma natural.
La criolipolisis se puede utilizar en diferentes áreas del cuerpo, incluyendo el abdomen, los flancos, la papada, la zona lumbar, los brazos y los muslos.
Una sesión de criolipólisis puede durar entre 30 minutos y una hora, dependiendo del área del cuerpo que se esté tratando.
La criolipolisis puede provocar molestias durante la primera aplicación del dispositivo, pero esto desaparece después de unos minutos. Además, muchas personas suelen sentir una sensación de frío intenso y hormigueo en la zona tratada.
El número de sesiones depende de cada paciente y de las necesidades estéticas. Por lo general, se recomienda una sesión por área y los resultados se pueden ver a partir de la tercera semana.
Sí, las personas con enfermedades autoinmunitarias, problemas hepáticos, renales o cardiopatías severas no son candidatas para este tratamiento, además de mujeres embarazadas o en lactancia.